Atente-se a nº 1 da revista "Madrid cómico" do dia 22 de Agosto de 1891.
DESDE PORTUGAL
Ha llegado á estas playas la Tuna Sevillana, que dirige el afamado violinista Manuel Carretero, y de la que forman parte diez jóvenes de buen humor, entre los cuales se distingue el panderetólogo Manuel Castelet.
La Tuna ha visitado diferentes pantos de Portugal, siendo recibida en todos ellos con entusiasmo. En Sintra ejecutó las mejores obras de su repertorio delante de los reyes, y una altadama, sin poderse contener, se declaró en un pasillo al segundo violín. El Sr. Nubiola, conocido empresario y representante de la Tuna, tuvo que coger al joven violinista y llevárselo al hotel tapado con una colcha, porque la dama quería casarse con él al día siguiente por la tarde, y es lo que decía Nubiola:—No, señor; no quiero que se me case ninguno, porque si empiezo á abrir la mano, voy á quedarme sin Tuna antes de ocho días.
Es natural que los jóvenes sevillanos consigan éxitos y utilidades, porque como tocar, tocan divinamente. Ayer dieron aquí un concierto, y los aplausos se oían en la Granja; esta noche tocarán en la Assembleia, y la gente se dispone á aplaudirlos y ábailar las tan acreditadas polkas de punta y tacón. Los chicos elegantes están preparando sus galas para lucir la sesta noche en la Assembleia, y uno de ellos, que es portugués y está estudiando para dentista, se propone asistir con un chaquet verde botella y un pantalón blanco con rayas negras, que parece una falsilla.
Sem comentários, excepto um: Em 1891 uma Tuna Sevilhana esteve presente em Sintra.
DESDE PORTUGAL
Ha llegado á estas playas la Tuna Sevillana, que dirige el afamado violinista Manuel Carretero, y de la que forman parte diez jóvenes de buen humor, entre los cuales se distingue el panderetólogo Manuel Castelet.
La Tuna ha visitado diferentes pantos de Portugal, siendo recibida en todos ellos con entusiasmo. En Sintra ejecutó las mejores obras de su repertorio delante de los reyes, y una altadama, sin poderse contener, se declaró en un pasillo al segundo violín. El Sr. Nubiola, conocido empresario y representante de la Tuna, tuvo que coger al joven violinista y llevárselo al hotel tapado con una colcha, porque la dama quería casarse con él al día siguiente por la tarde, y es lo que decía Nubiola:—No, señor; no quiero que se me case ninguno, porque si empiezo á abrir la mano, voy á quedarme sin Tuna antes de ocho días.
Es natural que los jóvenes sevillanos consigan éxitos y utilidades, porque como tocar, tocan divinamente. Ayer dieron aquí un concierto, y los aplausos se oían en la Granja; esta noche tocarán en la Assembleia, y la gente se dispone á aplaudirlos y ábailar las tan acreditadas polkas de punta y tacón. Los chicos elegantes están preparando sus galas para lucir la sesta noche en la Assembleia, y uno de ellos, que es portugués y está estudiando para dentista, se propone asistir con un chaquet verde botella y un pantalón blanco con rayas negras, que parece una falsilla.
Sem comentários, excepto um: Em 1891 uma Tuna Sevilhana esteve presente em Sintra.
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